Teresa Bayarri, ejecutiva de Comunicación Corporativa y Sostenibilidad de Consum
La comunicación es la clave para el entendimiento, es el elemento de encuentro capaz de generar una visión compartida, que es la misión global de los ODS. En una sociedad en la que cada vez estamos expuestos a un mayor número de mensajes, resulta imprescindible trabajar la comunicación desde la veracidad, la sencillez y la claridad, y esta es la principal premisa del ODS 18, abogar por una Comunicación Responsable.
Por eso, desde el ámbito de la comunicación consideramos que el ODS 18 es una actualización y un acelerador de los 17 ODS anteriores, ya que incluye conceptos nuevos como la IA, y, fomenta el diálogo para la consecución de objetivos comunes.
La apuesta por la Comunicación Responsable no sólo trata de asistir y participar en los encuentros internacionales, sino de crear verdaderos foros para la formación de alianzas y la toma conjunta de decisiones.
Algunas de las primeras medidas son la promoción de la educación mediática y digital para que las personas hagan una lectura crítica y sepan diferenciar entre información veraz y falsa, y reconocer sesgos y manipulaciones en los mensajes.
Además, hay que garantizar el acceso a la infraestructura digital: internet asequible y de calidad, para el intercambio de ideas en línea.
La formación del consumidor, en este caso de toda la opinión pública, en un consumo crítico de los contenidos es la estrategia más efectiva. Esto implica enseñar a evaluar críticamente la información online, identificar fuentes confiables y reconocer tácticas de desinformación y manipulación.
Combatir la difusión de noticias falsas también requiere promover organizaciones y herramientas de detección que puedan analizar y desmentir noticias falsas y apostar por los sistemas de verificación de contenidos.
Tenemos que ayudarlas para que puedan identificar y contrarrestar la desinformación por sí mismas, con la creación de comunidades de verificación de hechos y el apoyo a iniciativas locales de medios de comunicación independientes y fiables.
Además, tenemos que promover esa cultura de la verificación antes de compartir las informaciones para evitar el efecto viral malintencionado. También es importante promover un uso honesto de la comunicación y animar a incorporar un tono más dialogante.
La colaboración entre el sector público y las empresas es crucial para respaldar la información rigurosa y de calidad. El acceso a la Comunicación Responsable es un derecho que la administración, los gobiernos y las empresas deben asegura.
Visibilizar, pero también dar voz, a las personas que no están atravesando un buen momento y hacerlo de una forma real, no sensacionalista, nos vincula emocionalmente de una forma directa como sociedad y es el mejor reclamo para pasar a la acción y al entendimiento, por muy lejano que veamos el conflicto.
Accede a más información responsable en nuestra biblioteca digital de publicaciones Corresponsables.