En España, se consumen aproximadamente 31 millones de inhaladores al año. La mayoría de ellos no se reciclan bien después de su uso, ya que, más de dos terceras partes los pacientes afirman no haber sido nunca informados sobre el lugar adecuado para hacerlo. Así lo apuntan los últimos estudios que concluyen que estos suponen un impacto medioambiental semejante a 13.000 vuelos Madrid-Londres.
En España, las enfermedades del sistema respiratorio supusieron la tercera causa de muerte y de hospitalización en 2022. Una de ellas, el asma, afecta aproximadamente al 5 % de la población adulta y al 10% de los niños y se estima que a nivel nacional existen cerca de tres millones de diagnósticos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Para dar respuesta a esta problemática, el Col-legi de Farmacèutics de Barcelona (COFB) y AstraZeneca han puesto en marcha la campaña ‘Yo te ayudo a respirar, tú me ayudas a reciclar’.
«A través de esta iniciativa, desde el Col-legi queremos fomentar la sostenibilidad en el sector farmacéutico. Somos más de 2.300 farmacias repartidas por el territorio que, gracias a nuestra proximidad y capacidad para llegar a todos los colectivos de la sociedad, nos convierten en los aliados clave en el reciclaje de los medicamentos como los inhaladores», explica Jordi Casas, presidente del COFB.
Por ello, si se reciclaran correctamente los inhaladores se reducirían aproximadamente 348 toneladas de CO2 al año y, así, se podría contribuir a disminuir el calentamiento global y el impacto del sector sanitario en el Planeta. De hecho, la actividad sanitaria supone el 5% de las emisiones de dióxido de carbono a nivel mundial.
Con esta campaña, los farmacéuticos de Barcelona tienen un doble objetivo: por un lado, promover el consejo farmacéutico en el uso correcto y racional de los inhaladores para mejorar la adherencia al tratamiento, asegurar el efecto terapéutico y, con ello, un buen control de la enfermedad; por otro lado, concienciar a la población sobre la importancia de reciclarlos en el Punto SIGRE y conseguir, de esta manera, una adecuada gestión medioambiental para reducir la huella de carbono.
La iniciativa cuenta con la colaboración de SIGRE, la Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias y la Asociación de Afectados Crónicos de las Vías Respiratorias, «A Tot Pulmó».
La sostenibilidad medioambiental depende del uso racional de los medicamentos, desde su utilización hasta su reciclaje. En este caso, los inhaladores, utilizados en enfermedades respiratorias tan frecuentes como el asma o la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, contienen materiales como plástico, aluminio, gas y restos de medicamento. Teniendo esto en cuenta, deben depositarse en el contenedor del Punto SIGRE que se encuentra en las farmacias para que sean transportados a una planta de reciclado específica.
Según los expertos: «un inhalador es un envase farmacéutico y, como tal, cuando esté vacío o ya no se vaya a usar, debe depositarse en el Punto SIGRE de la farmacia para que reciba el tratamiento medioambiental conveniente». «No debemos olvidar que el uso adecuado de los medicamentos finaliza cuando se depositan sus residuos en el Punto SIGRE, y ahí el papel del farmacéutico es clave asesorando al paciente también en materia medioambiental», añaden.
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