Con motivo del Día Nacional de la Esclerosis Múltiple, celebrado el pasado 18 de diciembre, la AEDEM-COFEMFE (Asociación Española de Esclerosis Múltiple), ha lanzado una campaña de concienciación y reflexión sobre las 47.000 personas que padecen la enfermedad en España. Se trata de “la primera carta de agradecimiento a una enfermedad”, iniciativa que surge para difundir los testimonios de afectados y familiares, intentando buscar la parte positiva en el día a día de esta enfermedad incurable, a través de las anécdotas y experiencias de lucha y afecto de todo el entorno humano que rodea a esta grave dolencia.
El CGCFE (Consejo General de Colegios de Fisioterapeutas de España), ha querido sumarse a esta campaña. De ese modo, solicitan «un mayor apoyo gubernamental para la investigación, acceso a un tratamiento rehabilitador integral, personalizado, gratuito y continuado en todas las Comunidades Autónomas y en todos los centros hospitalarios; así como el reconocimiento automático del 33% del grado de discapacidad con el diagnóstico de la enfermedad, que permitirá el acceso inmediato a prestaciones y recursos que mejorarán significativamente la calidad de vida de afectados y familiares”.
La Esclerosis Múltiple es una enfermedad desmielinizante neurodegenerativa y crónica, de carácter autoinmune, porque es el propio sistema inmunitario el que provoca una destrucción de la mielina; una capa que protege y rodea las fibras del sistema nervioso central, provocando un deterioro en la transmisión del impulso nervioso entre el cerebro y las distintas partes del cuerpo.
Desde el CGCFE se quiere destacar la importancia de la Fisioterapia como ayuda a enfermos y familiares, tanto para combatir el progreso de la enfermedad desde el punto de vista físico, como desde el punto de vista emocional, con estrategias y asesoramiento que faciliten y normalicen la convivencia con la Esclerosis Múltiple durante todo el desarrollo de la misma. La figura del fisioterapeuta resulta imprescindible durante todo el ciclo vital del enfermo, en primer lugar, con su actuación en los equipos multidisciplinares dentro de los centros especializados en daño neurológico y, en segundo lugar, con su intervención en el domicilio del paciente en estadios avanzados de la enfermedad.