Mònica Costa, directora de Comunicación Covestro España
En la era de la información tenemos que garantizar que esta información sea precisa, veraz y ética. Es por eso que un ODS dedicado a la Comunicación Responsable es más crucial que nunca.
La iniciativa nos ayudaría a hacer frente a los desafíos emergentes en este ámbito, como la desinformación, la manipulación y la falta de transparencia. Una Comunicación Responsable es la base segura para construir los demás ODS.
Se trata de diferenciar la información de la opinión. Sólo cuando diferenciamos esto, somos capaces de construir una opinión informada. De esta manera podemos garantizar debates constructivos y fomentar la acción individual y colectiva para abordar el cambio climático, la pobreza y otros problemas sociales y ambientales.
Cualquier democracia sana se sustenta gracias al acceso a la información y a la transparencia comunicativa. Es por ello que tenemos que proteger estos derechos. Las leyes de libertad de expresión, tanto online como offline, deben proteger a las personas y a los medios de cualquier tipo de censura o interferencia indebida.
Es imprescindible garantizar que todas las personas tengan acceso a internet sin restricciones injustificadas. Otro aspecto importante es la transparencia en comunicación. Todos deberíamos tener la posibilidad de saber el origen de la información.
La educación y la alfabetización mediática juegan un papel fundamental. Es esencial enseñar a las personas para que sean críticas con la información que consumen, reconocer las señales de las noticias falsas y verificar la información.
La comunicación debe de ser una actividad también regulada con normativas que fomenten su uso compliance y castigue el uso fraudulento, como cualquier otra transacción.
Para fomentar el uso responsable y ético de las redes sociales, es esencial adoptar un enfoque holístico. La educación digital debe ser prioritaria, proporcionando a las personas recursos y herramientas que les permitan comprender el impacto de sus acciones en línea. De la misma manera, sería una gran idea promover una cultura de empatía y respeto en las redes sociales.
El periodismo es una pieza clave para el debate público y el funcionamiento democrático en nuestra sociedad. En este sentido, los gobiernos pueden aportar recursos financieros y regulatorios para respaldar el periodismo independiente y proteger la libertad de prensa.
Por su parte, el sector privado puede contribuir con financiamiento y acceso a un mercado de audiencias plural para promover la creación de diferentes medios de comunicación y asegurar la diversidad de fuentes y opiniones.
Se trata de ofrecer una información humana que visibilice las dificultades de una forma auténtica, pero sin “regocijarse” en la desgracia. Todo ello, huyendo de actitudes paternalistas. El objetivo final de toda comunicación es despertar un cambio.
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