Entrevista a María Gómez, Directora de Comunicación de AENA.
Desde su aprobación en 2015, los ODS han sido clave para Aena que basa su gestión en políticas ESG. Un “ODS 18” sería un impulso más a este necesario camino de la Sostenibilidad, pues solo pueden cumplirse los otros 17, con una comunicación eficaz y motivadora que movilice a toda la sociedad y sus estamentos.
El diálogo es “la” herramienta que puede propiciar que se activen las iniciativas globales establecidas por la Agenda 2030. Es primordial que la comunicación y la colaboración se hagan desde la libertad, pues solo así se conseguirá la sensibilización global necesaria que movilice.
La opinión pública tiene que forjarse con unas bases de educación mediática y tecnológica que ahora no existen. Es importante que las instituciones, las empresas de tecnología y los medios de comunicación trabajen juntos para garantizar una calidad informativa y ética en los medios.
A la espera de esa “educación mediática” o de ese compromiso de instituciones y medios de acabar con las fake news, las organizaciones debemos potenciar la comunicación: ser rápidas en las respuestas a los ciudadanos y potenciar los canales oficiales.
Con las redes sociales, cualquier persona con una conexión a internet puede compartir noticias e información. En este sentido, hay que cuidar la calidad de los mensajes y si no se está seguro de la veracidad de esa publicación o de quién la produjo, no se debe replicar. Para esto hay que seleccionar pocas y buenas fuentes de información.
La comunicación y el periodismo son agentes esenciales para la transmisión de información veraz, ética y honesta, y las Administraciones Públicas son facilitadoras imprescindibles para constituir una sociedad bien informada. La relación debe ser fluida, honesta y leal.
Hay que romper barreras históricas y culturales, incluyendo los sesgos inconscientes. Aena dispone de un Plan de Igualdad y del distintivo de Igualdad en la Empresa (DIE) concedido por el Ministerio de Igualdad. Este tipo de herramientas ya no deberían ser opcionales, sino simplemente obligatorias, porque no se puede atender a la sociedad, dando la espalda a colectivos de esa misma sociedad.
Sin comunicación es imposible que exista empatía: lo que no se conoce no existe. La información debe mostrar la realidad tal y como es, para que la empatía se transforme en concienciación y, ésta, en acciones que traten de paliar esas situaciones.
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