Joaquín Mouriz Dircom de BNP Paribas Personal Finance España
Los profesionales de la comunicación debemos ser cada vez más rigurosos aportando ese rigor para inyectar transparencia y mayor credibilidad al hecho de la comunicación. Siendo consecuentes, considerar esta necesidad como un 18ºODS es de suma importancia y serviría para sensibilizar a empresas, instituciones y ciudadanos de nuestro papel en una Comunicación Responsable.
¿Verdaderamente existe una voluntad internacional generalizada de afrontar estos problemas? La realidad nos dice que no, se mezclan intereses políticos y económicos que enturbian ese diálogo. La única forma es seguir luchando y que los países comprometidos sigan impulsando medidas, sigan haciendo (también las empresas) labores divulgativas y continuemos avanzando sin detenernos.
En los regímenes democráticos no ponemos en duda las libertades y derechos, aunque, con el advenimiento de nuevos soportes globales de información como las redes sociales, se han introducido nuevos argumentos en el debate que pueden complicarlo, sobre todo a nivel jurídico. Aquí entraríamos en los controles de los mensajes y cómo las diferentes plataformas garantizan esos derechos. Hablaríamos del respeto a la libertad de opinión, pero podríamos poner en duda si todas las opiniones son respetables.
Las noticias falsas siempre han existido, pero Internet proporciona un contexto en el que su difusión es mucho mayor y su control mucho más difícil. La desinformación es uno de los más graves problemas a los que se enfrenta la sociedad. Si tengo que simplificar, diría que la mejor solución es el uso del sentido común, no fiarse de mensajes virales en plataformas sociales o de mensajería; no compartir esas noticias alegremente convirtiéndonos en cómplices de su difusión; intentar verificar las noticias y pensar que cualquier fuente no debe ser considerada fiable.
Siempre desde el sentido común y desde la capacidad personal de asumir responsabilidad en los procesos de comunicación. La información tendenciosa tiene un objetivo y, para cumplirlo, debe llegar a las audiencias adecuadas. Si no somos conscientes de ello, nos estaremos convirtiendo en parte del problema y no de la solución.
El periodismo, para ejercer su labor de información y de control, debe ser independiente y no puede adolecer de graves debilidades. Y es aquí donde las empresas debemos ejercer la labor de comunicación ofreciendo información veraz y transparente a los medios. Debemos ser un equilibrado ecosistema simbiótico.
La única forma es compartir información veraz sobre lo que sucede en el mundo, explicando los motivos que han llevado a esos sucesos, denunciando aquello que es injusto y apelando a los sentimientos de las personas frente a los múltiples dramas que llenan las páginas de información cada día.
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