Inés García Paine, Directora de Comunicación Corporativa, Sostenibilidad y Marca de Bankinter habla con Corresponsables sobre las políticas de responsabilidad social y sostenibilidad del banco, cómo ha afrontado su organización los efectos de la pandemia provocada por la COVID-19 y los desafíos de futuro.
¿Sobre qué pilares se fundamenta la estrategia de la RSE, Sostenibilidad y ODS de Bankinter?
Nuestra organización mantiene, desde su fundación en 1965, una cultura ética fuertemente arraigada, que nos ha permitido tener un crecimiento sostenido y sostenible. Sobre esta fuerte base se construye toda la estrategia del Banco, en la que se incluye una política de sostenibilidad con once principios, entre ellos: la incorporación de criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) en la toma de decisiones y en los análisis de inversión y financiación; el establecimiento de una relación equilibrada, transparente y clara con nuestros grupos de interés; y una actividad respetuosa con el medio ambiente, implicando a nuestros principales grupos de interés en el desafío global que el cambio climático y la pérdida de biodiversidad plantean.
¿Cuáles han sido los principales logros en Responsabilidad Social, Sostenibilidad y ODS durante el año 2020-2021 de la compañía?
Entre los principales logros destacaría los reconocimientos externos que hemos obtenido de nuestros grupos de interés, en especial la inclusión en los principales índices que miden el desempeño en cuestiones ASG.
Así, Bankinter fue incluida por tercer año consecutivo en la lista de compañías que cotizan en el Dow Jones Sustainability Index (DJSI) mundial, lo que nos sitúa como uno de los 25 bancos más sostenibles del mundo. Por otro lado, la gestión sostenible del banco fue reconocida en 2020 por otros índices de sostenibilidad y agencias de calificación ASG, como el FTSE4Good y MSCI ESG, además de por publicaciones como el Sustainability Yearbook que elabora S&P Global. Asimismo, Carbon Disclosure Project nos ha incluido dentro del grupo de líderes de cambio climático y nos han asignado un rating A-.
Ante esta crisis sanitaria provocada por la COVID-19, ¿qué medidas o plan de contención y/o seguridad se ha adoptado desde Bankinter para hacer frente al impacto generado por la pandemia, especialmente en su sector?
Nuestras medidas para combatir los devastadores efectos de la pandemia estuvieron dirigidas, especialmente, a dos grandes grupos de interés: los clientes y los empleados.
Dentro de ellas, y como primer punto, la implementación de todas las medidas necesarias para cumplir con las normas y protocolos de seguridad establecidos, con el objetivo de garantizar su salud.
Y en segundo lugar, un compromiso, asumido en primera persona por nuestra Consejera Delegada, de mantenimiento del empleo de la plantilla en unos momentos de mucha incertidumbre sobre el futuro laboral.
En lo que se refiere a nuestros clientes, Bankinter lanzó en los primeros días de confinamiento un plan de medidas concretas para ayudar a familias y a empresas a paliar los efectos económicos de la pandemia, las cuales fueron más allá de las iniciativas puestas en marcha por el Gobierno. Por ejemplo, carencias en el pago de capital de las hipotecas de hasta cuatro meses, así como en los préstamos personales; anticipos en el pago de pensiones, ERTEs y prestaciones por desempleo; flexibilización en el mantenimiento de las condiciones de nuestra cuenta nómina, etc.
En lo que se refiere a empresas, el banco ha habilitado igualmente moratorias y flexibilización en las condiciones financieras. Y paralelamente, hemos sido uno de los actores más activos en la financiación mediante créditos avalados por la Línea ICO, con 8.700 millones de euros formalizados de los que se habían dispuesto al cierre del primer trimestre de este año 6.300 millones, cifras por encima de nuestra cuota natural.
¿Qué iniciativas solidarias se han llevado a cabo desde Bankinter para paliar los efectos de esta crisis sanitaria?
Entre las más destacadas, señalaría nuestra colaboración con la iniciativa de Médicos del Mundo y la Consejería de Sanidad de la Comunidad de Madrid para la instalación del hospital de campaña en el Gregorio Marañón de Madrid. También colaboramos con Cruz Roja en su campaña de Emergencia COVID-19, para reforzar la atención médica y comprar material sanitario, y apoyando la difusión de dicha campaña tanto interna como externamente. Asimismo, hemos colaborado con la Fundación Adecco en su programa de tele-acompañamiento diario por parte de voluntarios a personas con discapacidad intelectual y enfermedad mental que viven solos. A ello se une la colaboración con la fundación ANAR en su programa dirigido a niños y jóvenes víctimas de la violencia doméstica, que ha servido para reactivar un chat de auxilio puesto a su disposición con el fin de ayudarles en una situación que se ha visto agravada por el confinamiento. También hemos colaborado con la Asociación Ítaca en su iniciativa de proporcionar un sustento vital a personas y familias sin recursos.
¿Cómo ha evolucionado la estrategia de RSE y sostenibilidad de Bankinter en estos últimos años hasta la actualidad? ¿Cuáles son sus principales líneas de actuación?
Como he señalado anteriormente, el banco fue pionero en asumir las responsabilidades que tienen las empresas sobre las externalidades que generan, ya sean ambientales o sociales. Por ello, en 2012 aprobamos el plan de Sostenibilidad “Tres en Raya”, con seis líneas estratégicas y dieciocho programas. Con este plan, logramos situarnos en los principales índices de desempeño en cuestiones ASG.
Pero nuestro compromiso con la sostenibilidad se ve reforzado con el nuevo Plan “3D”, con el que hemos querido dar un paso adelante, ampliando el foco de nuestra actuación y poniéndolo no solo en la gestión de la sostenibilidad, sino también en el impacto que ésta produce en el entorno social y ambiental. Es un plan más ambicioso y transversal que los anteriores y quiere dar respuesta a las crecientes expectativas de nuestros grupos de interés en cuanto a la gestión sostenible del negocio. Implica a todas las áreas del banco desde sus tres ejes ASG, con 18 líneas estratégicas y 54 programas.
¿Qué papel tiene en la misma la comunicación de la RSE y la comunicación responsable?
La comunicación no es un fin, sino un medio. Sin una comunicación efectiva, no es posible crear una relación de confianza con tus grupos de interés y, por tanto, la estrategia de sostenibilidad a largo plazo corre el riesgo de fracasar. Si bien es cierto que la principal tarea en sostenibilidad se centra en la gestión, el cambio de modelo hacia un capitalismo sostenible depende en gran medida de que las empresas seamos capaces de liderar ese proceso de transformación social. Las empresas han alcanzado cuotas de poder que ya superan en muchos casos a las de los gobiernos, por ello tenemos la responsabilidad de dar ejemplo de gestión de la sostenibilidad. Pero también tenemos el deber de implicar a nuestros grupos de interés mediante una labor pedagógica y de sensibilización, que nunca podría llevarse a cabo sin una comunicación efectiva.
¿Cómo están fomentando la comunicación y el diálogo con los grupos de interés en Bankinter? ¿cómo lo llevan a cabo y cuáles son las principales buenas prácticas qué destacaría?
Estamos en constante diálogo con nuestros stakeholders para enriquecer nuestro desempeño en cuestiones ASG. Es una conversación en la que buscamos hacerles partícipes de nuestros compromisos y esfuerzos, pero a la vez manteniendo una actitud de escucha activa para considerar todas sus expectativas y motivaciones y procurar integrarlas en nuestra estrategia.
Para el diseño del nuevo Plan de Sostenibilidad del banco, les preguntamos qué asuntos de la gestión de la sostenibilidad consideran relevantes. Lo hicimos a partir del envío de un cuestionario a nuestros principales grupos de interés, con los objetivos de hacerles partícipes en la cocreación del nuevo Plan, conocer sus necesidades y expectativas, identificar los asuntos que suscitan más interés en materia de sostenibilidad, e incorporarlos en el nuevo Plan.
En Bankinter consideramos la buena gestión y la transparencia como buenas prácticas. En coherencia a su política de transparencia, el banco ha hecho público los resultados de este análisis en su web corporativa.
Finalmente, ¿cuáles son los retos y desafíos de su organización en torno a la RSE y sostenibilidad en la actualidad? ¿Cómo los van a llevar a cabo?
En cuanto a gestión ambiental y de cambio climático, el banco es neutral en carbono desde 2020 y hemos trazado una hoja de ruta para la descarbonización total de nuestras carteras antes de 2050.
En el plano social, nuestro gran reto es la identificación y gestión de métricas sobre el impacto que tienen en la sociedad nuestras acciones, pues al no existir sistemas de medición homologables para todas las compañías se hace muy complicado conocer y comparar la efectividad de sus resultados.
Como he señalado anteriormente, tenemos el gran reto de comunicar las claves de la gestión de la sostenibilidad a nuestros grupos de interés, desde los empleados a los inversores, pasando por los clientes y la ciudadanía en general.
Por lo tanto, perseguimos integrar los criterios ASG en la toma de decisiones del banco para generar valor compartido con nuestros grupos de interés. La pandemia nos ha demostrado que los fondos que más rentabilidad han generado son los sostenibles, y los inversores no están siendo ajenos a ello. Por ello, nuestro objetivo último no es tener una estrategia de sostenibilidad, sino que la sostenibilidad sea la estrategia de la entidad.