Desde hace unos años, no hay un día de mi trabajo que no surja algún comentario, alguna pregunta, alguna jornada, alguna conferencia que haga referencia a la comunicación responsable. Día a día me siento con responsables de RRHH, RSE y comunicación de empresas españolas que ante el trabajo que nos une, la conciliación laboral y familiar, no me hagan alguna reflexión sobre cómo poder comunicar más y mejor proyectos como el modelo efr que implica un proceso de transformación empresarial a través de las personas.
Por ello, hace un par de años ya nos decidimos a hacer un gran trabajo junto a MERCO y DIRCOM y creamos el primer Manual de Comunicación de Conciliación para proporcionar herramientas y argumentos claves a las empresas para posicionarse ante los principales stakeholders como entidades transparentes, líderes y promotoras del cambio cultural y transformacional que necesita nuestra sociedad, a través de la gestión de la conciliación.
La principal conclusión de este Manual fue rotunda. No sirven de nada los procesos de comunicación si no se basan en un liderazgo y un convencimiento estratégico de trabajo en conciliación. No podemos mostrar una pancarta de empresa que concilia sin una gestión y un compromiso de la más alta dirección en esta línea. Y esto no lo decimos solo desde nuestra Fundación, si no desde las más de 500 entidades certificadas en nuestro modelo que alzan la voz de lo que son: empresas líderes que apuestan por sus personas y su equilibrio.
Y ¿cómo podemos poner en marcha procesos de comunicación transparentes basados en un trabajo excelente en conciliación? Está claro. Trabajando primero, comunicando después. Es fundamental hacer un diagnóstico de situación para ver las barreras y palancas de nuestra organización en materia de comunicación y conciliación e ir preparando nuestro plan con una elección de públicos objetivos y mensajes claves. ¿De qué sirve hablar de conciliación de la misma manera si me estoy dirigiendo a públicos diferentes?
Y después de toda una planificación y con un cronograma por delante, hay que actuar y mandar los mensajes idóneos a las personas idóneas. Siempre mensajes veraces, siempre mensajes claros, siempre con la verdad por delante, por muy difícil que nos resulte creerlo. Debemos hablar en el mismo idioma y solo así se dará una comunicación eficaz. Y no nos olvidemos del feedback y de los resultados. Debemos saber si nuestro mensaje ha llegado. Así son los procesos de comunicación reales y así debemos actuar.
Tengo un mensaje clavado. Es el mensaje que siempre nos cuentan en cualquier foro o seminario de conciliación: ‘Conciliar no es trabajar menos, es trabajar de otra manera’. Hay veces que me planteo si ya no se ha convertido en una frase hecha, en una sentencia vacía por el uso ineficaz de la comunicación. Lo tengo claro, quiero que ese mensaje no se vacíe, quiero que ese mensaje llegue a cada persona y signifique lo que realmente quiera significar para cada persona. Porque conciliar no es trabajar menos, conciliar es equilibrar tu vida laboral y la profesional, conciliar es lo que realmente necesitas para tener una vida plena, conciliar es lo que tú quieres que sea junto con tu empresa. Y así debemos hacerlo llegar. Conciliar no es salir a las 6, conciliar no es echar más o menos horas en la oficina, conciliar no es teletrabajo, conciliar no es un tema de madres, conciliar no es algo sobre la familia. Conciliar eres tú, tu empresa y sus circunstancias. Y el equilibrio. Y su buena comunicación.
*Artículo publicado en el Monográfico de Comunicación Responsable de Corresponsables.