De acuerdo con los datos recogidos en el informe, para los jóvenes españoles de 15 a 24 años lo más importante de sus vidas son la salud y la familia, seguido de los amigos y conocidos, el trabajo y el tiempo de ocio. La familia se muestra como uno de los pilares más importantes de su vida (97% de los encuestados) y el lugar donde se dicen “las cosas más importantes en cuanto a ideas e interpretaciones del mundo”.
Desde el primer informe que la Fundación realizó en 1984 existe una tendencia clara de desafección e inacción en lo que se refiere a su participación sociopolítica. Los jóvenes de hoy están más interesados en política que en el 2010, pero muy poco implicados en ella. En concreto, baja el porcentaje de los que creen que la política no tiene nada que ver con ellos, al tiempo que aumenta el número de los que siguen frecuentemente la información política en los diferentes medios (37% en la actualidad, frente al 20% en la encuesta de 2010) y de los que hablan de ella. Pero estos datos contrastan con su falta de acción y con la convicción del 89% de que los políticos no tienen en cuenta sus ideas e inquietudes.
Además, la mayoría de las instituciones sociales no gozan de su confianza. Sólo las organizaciones de voluntariado consiguen en general “mucha” o “bastante” confianza para el 66% de los jóvenes. Le sigue la Policía (60%), el sistema de enseñanza (55%) y las Fuerzas Armadas (53,5%). Sin embargo, comparado con 2005, la gran mayoría de las instituciones ven caer la confianza de los jóvenes en ellas. Destacan en este descenso el Parlamento del Estado, la prensa y la Monarquía, entre otros.
Consumistas, obsesionados con su imagen y con un ocio muy diversificado
Desde la perspectiva histórica, los tres rasgos predominantes de los jóvenes son los que los definen como “consumistas”, “rebeldes” e “independientes”. Los resultados de 2017 les caracterizan también como “demasiado preocupados por la imagen que proyectan” (47%), algo “egoístas” (35%), pero también indignados por la situación sociopolítica (32%).
En cuanto a su tiempo de ocio, lo más practicado (en un 94%) de los casos, es ver series y películas, salir o reunirse con amigos, escuchar música y ver contenidos en internet. El acceso y uso de internet es ya generalizado para los jóvenes, el 99% lo ha utilizado en los últimos 4 meses, algo que 15 años atrás solo hacía una minoría de ellos (14%). Por el contrario, desciende de forma llamativa la atracción por las salidas nocturnas. Además, los nativos digitales leen un 5% más que sus predecesores de la encuesta del año 2005, aunque un 32% reconoce que no lee ningún libro al año.
La religión sigue ocupando uno de los últimos lugares en una escala de valoración de las cosas importantes para los jóvenes (16%). No obstante, un 40% se define como católico.